Las premezclas contienen vitaminas, microminerales y otros suplementos alimenticios permitidos, que los animales necesitan para llevar una vida sana y obtener buenos resultados en la cría. Las premezclas se presentan en forma de concentrados fuertes. Sólo se añade un pequeño porcentaje (0,5%, 1% o 2%) a la mezcla de piensos. Las plantas registradas y autorizadas se dedican a la producción y gestión de piensos.

Las premezclas contienen:

- vitaminas A, D3, E, K3, B1, B2, B6, B12, C, ácido nicotínico, pantotenat cálcico, ácido fólico, biotina y cloruro de holina,
- microminerales yodo (I), manganeso (Mn), zinc (Zn), hierro (Fe), cobre (Cu), cobalto (Co), selenio (Se), molibdeno (Mo) y azufre (S),
- aminoácidos lisina, metionina, treonina y triptófano,
- enzimas fitasa, xilanasa, gluconasa y hemicelulasa,
- coccidiostáticos, que se administran a los animales para prevenir el desarrollo de coccidios. Son esenciales para la producción normal y óptima de las aves de corral.
- probióticos, que contienen una cantidad suficiente de microorganismos vivos e influyen positivamente en la microflora del organismo del huésped.
- prebióticos, que son sustratos específicos que influyen en el crecimiento de la microflora favorable.
- aromas, aceites etéreos y ácidos grasos.

Vitaminas, microminerales y otros complementos nutricionales

Las vitaminas son sustancias químicas, que el organismo necesita en pequeñas cantidades; sin embargo, son esenciales para el correcto curso de numerosas reacciones químicas, que permiten un funcionamiento normal del organismo.
Los microminerales son elementos que el organismo necesita sólo en pequeñas cantidades.
Otros complementos nutricionales son: aminoácidos, coccidiostáticos, probióticos, prebióticos, enzimas, aromas, aceites etéreos, hierbas y ácidos grasos.

Aminoácidos

Los aminoácidos son los ladrillos de las proteínas, el organismo los necesita para crecer y desarrollarse. Las distintas proteínas contienen diferentes aminoácidos en secuencias y números diferentes. Algunos aminoácidos son sintetizados por microorganismos del tracto gastrointestinal de los animales o a partir de otros aminoácidos. Pero algunos aminoácidos deben adquirirse a través de los alimentos: los aminoácidos esenciales. Son la lisina, la metionina, la treonina, el triptófano, la arginina, la histidina, la leucina, la isoleucina, la fenilalanina y la cisteína. Los distintos aminoácidos se necesitan en cantidades diferentes en la síntesis de aminoácidos. La falta de uno de ellos puede limitar la creación de proteínas. Son los llamados aminoácidos limitantes.

Enzimas

Las enzimas son esenciales para la descomposición de los alimentos y hacen posible la absorción de las sustancias nutritivas de los piensos. Los animales pueden producir algunas enzimas por sí mismos, pero hay algunas que no pueden producir. Los nutrientes de los piensos no pueden absorberse correctamente y la alimentación se encarece de este modo.
La fitasa descompone los complejos fitatídicos y mejora la absorción del fósforo. La xilanasa descompone el arabinoxilano (polisacáridos no amiláceos) de los cereales (trigo, cebada, centeno, triticale, avena), que aumenta la viscosidad de las sustancias en el tracto gastrointestinal y, en consecuencia, reduce la absorción de nutrientes.
La xilanasa rompe los enlaces dentro de las largas cadenas de arabinoxilanos, las cadenas se acortan y se reduce la formación de geles. Al mismo tiempo, los nutrientes ligados al complejo se liberan y quedan disponibles para la digestión.
La gluconasa descompone el ß-glucano, que forma parte integrante de las paredes celulares de los alimentos para animales. Se utilizan para mejorar la digestibilidad de los piensos vegetales ricos en proteínas (soja, colza, judías y semillas de girasol) para aves de corral y cerdos. Funcionan según el mismo principio que la xilanasa.

Coccidiostáticos

Los coccidiostáticos son antibióticos y quimioterapéuticos que previenen la aparición de la coccidiosis. La cría moderna de pollos de engorde y pavos sería imposible sin ellos. La coccidiosis está causada por parásitos unicelulares que invaden la pared intestinal de los animales. El desarrollo y la reproducción de los parásitos en la pared intestinal causan daños. Si no se detiene, pueden aparecer diarreas leves o inhibición del crecimiento. En última instancia, los animales también pueden morir a causa de ello.

Probióticos

Los probióticos contienen microorganismos vivos. En el tracto gastrointestinal de los animales vivos, los microorganismos buenos prevalecen sobre los nocivos. Sin embargo, esta proporción puede cambiar. En consecuencia, puede producirse diarrea, crecimiento deficiente y, finalmente, la muerte. Los probióticos inhiben el crecimiento de los microorganismos patógenos produciendo ácidos orgánicos y bacteriocinas, impidiendo que se adhieran a la pared intestinal, neutralizando sus toxinas y estimulando su sistema inmunitario. Utilizan sus propias enzimas para mejorar la digestibilidad de los alimentos. Los probióticos permiten una mejor descomposición de una serie de fibras vegetales y aumentan el nivel de descomposición. Los probióticos contribuyen a aumentar el número de microorganismos favorables en el tracto gastrointestinal y a mantener una flora intestinal favorable.

Prebióticos

Los prebióticos son la parte no digerible de los piensos que influye positivamente en los animales estimulando el crecimiento y la reproducción de microorganismos favorables en el tracto gastrointestinal. Frenan el desarrollo de microorganismos nocivos y patógenos e influyen positivamente en la salud de los animales y en los resultados de la cría. El estado químico de los prebióticos son los oligosacáridos, que estimulan el crecimiento de las Bifidobacterias.

Aromas, aceites etéreos y hierbas

Los aromas, aceites etéreos y hierbas no tienen ningún valor nutritivo, pero su uso mejora el apetito y la absorción de nutrientes. 

Ácidos grasos

Los ácidos grasos utilizados en los piensos para gallinas ponedoras aumentan la cantidad de ácidos grasos en los huevos. Los ácidos grasos omega-3 se añaden a los piensos. Las personas no pueden producir ácidos grasos omega-3 por sí mismas. Hay que adquirirlos con los alimentos. Su ingesta disminuye la posibilidad de enfermedades cardiovasculares. Añadiendo ácidos grasos omega-3 al pienso de las gallinas podemos aumentar 3,5 veces su contenido en los huevos.